morgan: canciones que caen como martillos desde el cielo
23 enero 2022
La banda presentó su nuevo disco The River and The Stone, el pasado 15 de enero, en el Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia
Dulce, fuerte y con carácter, todo eso y mucho más es Morgan. Vienen a presentar su último disco ‘The River and The Stone’ y vaya si lo presentan. Desde el minuto cero el público siente la imperiosa necesidad de levantarse, rasgarse la camisa y gritar fuerte sus canciones, circunstancia que no se les permite debido a las restricciones por el Covid. Pero no importa, porque Morgan toca, toca y toca y los presentes enmudecemos mientras aplaudimos. ‘River’ es de las primeras que suenan, firme, con garra, que deja entrever las intenciones de la banda. Un poco después tocan ‘On And On (Wake Me Up)’ algo más calmada pero igual de temperamental en la que nos terminan de enseñar su arsenal de instrumentos ya que tienen guitarras, teclados, percusión, batería, pianos y qué sé yo ya.
El directo continúa y escuchamos temas de discos anteriores como ‘Oh Oh’ de su ‘Air’, los presentes reconocemos inmediatamente su melodía y el teatro se llena de ritmo y asentimientos de cabeza. En este punto del directo Morgan ya se ha merendado tanto al público como al Reina Sofía.
La banda también canta en castellano, la primera que tocan es ‘Un Recuerdo y Su Rey’, de su último disco, es preciosa y delicada, llena de matices, como todas sus canciones. Al poco tocan ‘Another Road (Gettin’ Ready)’, más movida, con la que nos vuelven a meter la energía en el cuerpo.
Mención especial para Nina, porque además de tener una voz es-pec-ta-cu-lar, es divertida y entrañable, habla con el público entre canción y canción y nos demuestra que, aunque parecen que vienen desde el mismísimo cielo, son gente normal que se dedican a hacer música, y qué música.
Al directo le queda poco, antes de terminar suena ‘Sargento de Hierro’, lenta, melancólica y lacrimógena, es cuando me permito emocionarme del todo mientras me pregunto si su música tiene poderes curativos. Es un vaivén de emociones, es magia en formato canción, es una banda como la copa de un pino.
El concierto termina y en el aire queda suspendida la sensación de haber presenciado un concierto de nota, donde el público ha disfrutado y los músicos se han dejado la piel.
Gracias por el concierto, gracias por vuestra música.