Primera Jornada del Festival Tomavistas: animales de festival

Hace un sol de justicia, las gotas de sudor empiezan a caer poco a poco por mi frente y, por las prisas, me he dejado las gafas de sol. Pero todo esto no me importa porque estoy en el Festival Tomavistas.  Es el tercer año que vengo y puedo decir con criterio que este festival está muy bien parido. Accesos sin complicaciones, escenarios grandes y visibles y cerveza artesana (sí, artesana). Estoy dentro, la música ya está sonando y el público está por todos lados. Pero empiezo por el principio, que siempre es mejor:

CAMELLOS

Sorpresa fuerte. No los conocía en directo y rompen las estadísticas en el sentido más positivo que existe. Hacen garage punk de calidad, sus letras son divertidas e inteligentes y, con la mano en el pecho, puedo decir que suenan como en el disco. Sonó Becaria, también Gilipollas y su nueva Arroz con Cosas, entre otras. Al final con Café para muy Cafeteros el público hizo pogo suave y el directo terminó entre risas.

Niña Coyote eta Chico Tornado

Lo reconozco, no tenía ni idea de quienes eran. Son un dúo muy bravo que hacen rock árido y bestia. La eléctrica y la batería llenan prácticamente todo el sonido y la complicidad entre ellos hace que fluya por el camino correcto, sobre todo al sonar Magic Edo. Anotado como descubrimiento.

Ángel Stanich

Maravilloso. Escupe Fuego fue la primera canción que sonó y las siguientes cayeron como martillos desde el cielo, como Salvad A Las Ballenas, Hula Hula y Mátame Camión, entre otras. Una pena que el público estuviese algo dormido, aunque ya al final del directo terminó de despertarse cuando Stanich bajó al escenario para cantar entre la gente.

Los Estanques

Sonaron en el escenario más pequeñito del recinto pero si fuese por mí los habría colocado en plena Gran Vía. Vaya pedazo de grupo. Suenan a Caravan, Los Beatles, Lori Meyers y qué sé yo ya. Son jovencísimos pero suenan como si llevasen siglos y siglos sobre los escenarios. Efeméride es pura crema.

Triángulo de Amor Bizarro

Siempre correctos. En directo suenan a mucho a de todo, eléctrica, batería y bajo a cholón. Tocaron sus inconfundibles Barca Quemada, De la Monarquía a la Criptocracia y O Isa y consiguieron tener uno de los directos más concurridos de la jornada. Fuerte aplauso.

Cala Vento

Sí señor, son solo dos tíos que se sobran y bastan para formar un grupo de rock de los pies a la cabeza. Isla Desierta o Un Buen Año pusieron a tono a todos los presentes y raro era el que no movía musculatura. A mitad del directo giré la cabeza y vi que también había mucha (mucha) gente. Su música mueve.

Beach House

Era perfectamente palpable que había mucho fan entre el público y es que la fórmula de traer a una banda directamente desde Maryland (EEUU) para que toque en el Parque de Enrique Tierno Galván mola,  pero a mí este grupo me entró raro. Es dream pop de libro, la voz de Victoria Legram es preciosa y sus canciones están hechas de nubes y atmósferas pero, llegados a este punto del festival, faltaba algo de energía para avivar todo lo que se había encendido. Además limitaron el acceso al foso a algunos fotógrafos y eso, a nivel informativo, está muy feo.